domingo, marzo 21, 2004
... todo vuelve a su cauce lascivo, ahí afuera, donde casi nada sucede...
pocas cosas además de la muerte...
Estoy dentro de alguna estructura terminal que me arrastra hacia ninguna parte żHay alguien por ahí?
Pierdo el sentido.
Avanzar es una tragedia sin nacionalidad.
Putaditas a parte.
Empiezo a plantearme la posibilidad de que todo sea una alucinación.
Ahora que se abra la bitácora de mis putos días de tedio:
Mi princesa me habla pero yo ya no la oigo...
desde el encierro, entre bombas y banderas de colores, intento diluir estos putos días.
Con pocas ganas de patria y reivindicación me tiro a la calle con mi cámara como un autómata...
Somos miles llorando la muerte. Sumo otra bandera a la colección (Venezuela me duele de tanta ausencia y muerte como acumulo) y desde el trampolín me abismo al absurdo.
Jump, y ya estoy en la nada como siempre, como antes, pero dimensionando por si esto fuera una ciencia...
Me descongelo en el aire...
A mis amigos
A los que están,
A los que me quedan, un saludo estándar sin barniz ni acabado de estrella, enorme como una bomba de pastelería y con la sensación de que esto, como casi todo lo demás, tiene poco sentido.
Que no poesía pana, es que se me traba la lengua y el verbo y ya no sé escribir de otra forma porque ¿para que?
si de todas formas lo que se riza es lo otro, eso que tenemos que vivir entre sueños y esto, aunque absurdo, ya no lo es tanto...
o si
¿y?
Para La Hispaniola
De niño pasaba el día escribiendo. Me encantaba el sonido de la máquina de escribir, de sus teclas estallando en tinta roja mientras copiaba las historias que otros escribían; esperaba el momento para escribir las mías que no tardaron en llegar...
Creo que quería ser escritor.
Ahora soy escritor aunque no escriba y mientras escribo ésto hecho de menos algún momento anterior.
¿Será que ahora quiero ser niño?
En todo caso para eso ya es tarde...
¿responde eso a tu pregunta?
Vuelve a preguntar...
pocas cosas además de la muerte...
Estoy dentro de alguna estructura terminal que me arrastra hacia ninguna parte żHay alguien por ahí?
Pierdo el sentido.
Avanzar es una tragedia sin nacionalidad.
Putaditas a parte.
Empiezo a plantearme la posibilidad de que todo sea una alucinación.
Ahora que se abra la bitácora de mis putos días de tedio:
Mi princesa me habla pero yo ya no la oigo...
desde el encierro, entre bombas y banderas de colores, intento diluir estos putos días.
Con pocas ganas de patria y reivindicación me tiro a la calle con mi cámara como un autómata...
Somos miles llorando la muerte. Sumo otra bandera a la colección (Venezuela me duele de tanta ausencia y muerte como acumulo) y desde el trampolín me abismo al absurdo.
Jump, y ya estoy en la nada como siempre, como antes, pero dimensionando por si esto fuera una ciencia...
Me descongelo en el aire...
A mis amigos
A los que están,
A los que me quedan, un saludo estándar sin barniz ni acabado de estrella, enorme como una bomba de pastelería y con la sensación de que esto, como casi todo lo demás, tiene poco sentido.
Que no poesía pana, es que se me traba la lengua y el verbo y ya no sé escribir de otra forma porque ¿para que?
si de todas formas lo que se riza es lo otro, eso que tenemos que vivir entre sueños y esto, aunque absurdo, ya no lo es tanto...
o si
¿y?
Para La Hispaniola
De niño pasaba el día escribiendo. Me encantaba el sonido de la máquina de escribir, de sus teclas estallando en tinta roja mientras copiaba las historias que otros escribían; esperaba el momento para escribir las mías que no tardaron en llegar...
Creo que quería ser escritor.
Ahora soy escritor aunque no escriba y mientras escribo ésto hecho de menos algún momento anterior.
¿Será que ahora quiero ser niño?
En todo caso para eso ya es tarde...
¿responde eso a tu pregunta?
Vuelve a preguntar...
